Tejidos el nido

Magnífica tienda, tiene una variedad increíble de telas, tienda muy agradable y con muchísimo encanto, pero destacar la profesionalidad, el cariño y la atención exquisita de su dueña. Ama su profesión y lo transmite. Al igual que transmite muchísima amabilidad con sus clientes. Me llevo un grato momento. Queda poca gente así. Volveremos sin duda.

Sin duda una tienda con mucho encanto y las de toda la vida, de las que ya no quedan, con una gran variedad de telas colocadas con mucho amor, que invitan a hacerte el vestido de tus sueños con el asesoramiento de su dueña, una señora amable con gusto, experiencia y gran profesional. Es mi primera compra allí y repetiré sin dudarlo.

Ya desde pequeñita visitaba tu bonita tienda de la mano de mi tía Herminia,quedaba prendada de los numerosos rollos de telas preciosas que habitaban en ese lugar,para mí era mágico,tan mágico que hasta el pajarillo en su nido del árbol me parecía real. Ahora ya... después de algunos o muchos años más jejeje visitar esta tienda sigue siendo algo especial,su olor,sus telas y este año sus mascarillas artesanas. En fin, recomiendo muchísimo su paso por allí pero eso sí, hay que disponer de tiempo para hacerlo, con su propietaria Victoria no es fácil abandonar el lugar,te atrapa con su linda voz y dulzura enseñando siempre algo nuevo por descubrir, allí, donde la magia de sus telas hace todo lo demás.

Una tienda de toda la vida , mucha variedad en telas y por supuesto y lo más importante un trato inmejorable. Se nota cuando a alguien le apasiona su trabajo y negocio.

Un buen establecimiento para comprar telas, su dueña te ayuda y tiene un gran conocimiento del negocio

Tenemos muy buenas impresiones de la tienda, muy buenos tejidos, un trato excepcional! Hemos encargado mascarillas personalizadas y nos encantó. Muchas gracias, Victoria y Pilar!

Gracias por el servicio y las telas, el chaleco que he hecho ha quedado súper bonito!! Gracias por la atención de la mujer, muy agradable y servicial

Hizo un comentario hiriente y despectivo de mi físico cuando le pedimos telas para hacernos vestidos un grupo de amigas. Se quedó sin compra, por supuesto.