Entrevista con la fundadora de la mercería más antigua de Madrid
Fundada en 1932, la Mercería Antón se ha convertido en un hito en Madrid, representando la tradición y el progreso de un negocio familiar. En esta entrevista exclusiva, charlamos con Antonia García, la fundadora de la mercería más antigua de Madrid. A través de sus palabras, descubriremos los desafíos, el éxito, y las transformaciones que ha experimentado la mercería en todas estas décadas.
El origen y los primeros años
Antonia García, con su vestimenta impecable y una energía contagiosa, nos recibe en el corazón de su negocio. La mercería tiene un ambiente nostálgico que parece detener el tiempo, combinando lo antiguo con nuevos productos innovadores.
"Empecé en un pequeño local en el centro de Madrid en 1932", comenta Antonia. "Era un sueño hecho realidad, pero también un desafío tremendo."
En aquellos años, las mercerías eran negocios cruciales para el hogar. Vendían desde botones hasta hilos y agujas, y eran puntos de encuentro para muchas mujeres. "Madrid estaba en plena transformación y la demanda de productos de mercería era constante y creciente," añade Antonia.
La competencia era feroz. Con muchas mercerías abriendo y cerrando continuamente, era esencial ofrecer tanto calidad como una atención al cliente excepcional. "Fue un trabajo continuo mejorar el inventario y personalizar la experiencia para cada cliente," explica Antonia con una sonrisa.
Crisis y obstáculos
Antonia recuerda los tiempos difíciles durante la Guerra Civil Española. "Hubo momentos en que los suministros eran increíblemente difíciles de conseguir. Las restricciones no nos lo ponían fácil."
A pesar de las dificultades, la mercería sobrevivió gracias a la determinación y el ingenio. "Teníamos que ser creativos. Utilizamos materiales reutilizados, hicimos contactos con proveedores menos convencionales, y nunca dejamos de servir a nuestra comunidad," dice Antonia orgullosa.
La crisis económica global de los años 70 también afectó profundamente. "Experimentamos caídas en las ventas y el aumento del coste de las materias primas. Sin embargo, la fidelidad de nuestros clientes nos ayudó a superar esas fases," agrega.
La familia y el legado
La Mercería Antón no solo es un negocio, es una herencia familiar. "Mis hijos y nietos ya son parte de la mercería," explica Antonia. "Han aportado nuevas ideas y energía, manteniendo vivo el espíritu del negocio."
Impartir conocimientos a las nuevas generaciones no siempre fue fácil. "Los tiempos han cambiado, y las técnicas y tendencias también," observa Antonia. "Sin embargo, lo que no cambia es la pasión y el compromiso por lo que hacemos."
La familia ha incorporado nuevas tecnologías y productos modernos. "Ahora tenemos una tienda en línea, que ha ampliado enormemente nuestro mercado," dice Antonia. "Pero nuestro toque personal sigue siendo lo que nos diferencia."
La expansión digital
La introducción de una tienda en línea ha sido un cambio crucial. "Al principio, me costaba entender cómo una página web podría ser tan importante. Pero mis nietos me enseñaron la importancia del comercio electrónico," comenta Antonia.
Desde que se lanzó el sitio web, las ventas han aumentado exponencialmente. "Hemos llegado a clientes fuera de Madrid, incluso fuera de España. Es increíble ver cómo nuestro pequeño negocio ha podido cruzar fronteras."
La mercería también ha adoptado las redes sociales para interactuar con sus clientes. "Utilizamos Instagram y Facebook para mostrar nuestros productos y compartir consejos. Es una forma maravillosa de conectar con una audiencia más joven," añade Antonia.
Los productos y la innovación
La mercería ofrece una gran variedad de productos, desde lo más tradicional hasta lo más innovador. "Hemos trabajado con proveedores locales e internacionales para ofrecer la mejor calidad," menciona Antonia.
Desde botones clásicos hasta hilos de última generación, la mercería se asegura de mantenerse al día con las tendencias. "Estamos constantemente introduciendo nuevos productos, como telas ecológicas y kits de bordado modernos," dice Antonia.
Uno de los productos estrella es el hilo de algodón egipcio. "Es uno de nuestros artículos más demandados. La calidad y durabilidad son simplemente excepcionales," añade Antonia.
La mercería también ha comenzado a ofrecer talleres y cursos especializados. "Es una forma de interactuar con nuestros clientes y compartir nuestro conocimiento. Es maravilloso ver cómo la gente se entusiasma con el aprendizaje," comenta Antonia.
El impacto social
La Mercería Antón ha tenido un impacto significativo en la comunidad local. "Hemos trabajado con diversas organizaciones benéficas para donar materiales y apoyar proyectos comunitarios."
Antonia recuerda un proyecto especialmente emotivo. "Colaboramos con una organización para crear mantas para los sin techo. Fue un esfuerzo comunitario que realmente mostró el espíritu de nuestra ciudad."
Además, la mercería promueve la sostenibilidad. "Ofrecemos productos ecológicos y fomentamos el reciclaje de materiales. Creemos que cada pequeño gesto cuenta," dice Antonia.
Mirando al futuro
Para finalizar, Antonia comparte su visión para el futuro de la mercería. "Queremos seguir innovando y adaptándonos a las necesidades cambiantes de nuestros clientes. El futuro es incierto, pero estamos preparados para enfrentar cualquier desafío."
La tradición sigue siendo el núcleo del negocio, pero con una perspectiva moderna. "Podemos honrar nuestra historia y, al mismo tiempo, abrazar el cambio. Esa es la clave de nuestro éxito," concluye Antonia.
Por último, un consejo para los nuevos emprendores:
"Nunca dejes de aprender y adaptarte. El mundo cambia constantemente. Mantén tu pasión y compromiso en el centro de todo lo que haces."